Había una vez un viejo lobo en un gran bosque. El lobo estaba hambriento y tuvo que ir a cazar. En ese momento observó en el horizonte, un fresco ratón con muy buena pinta. El ratón se llamaba Tintín, un pequeño roedor con un pelaje marrón claro, el ratón tenía apenas un par de años y sería fácil de cazar. Entonces el feroz lobo se abalanzó sobre el pequeño roedor. Justo en el momento en el que el animal abría sus fauces para devorarle, vio a la distancia un pequeño conejo fresco y de pelaje de un tono grisáceo, vagando entre la maleza "¡Con eso tendría para comer!" El feroz depredador corrió hasta llegar al conejo. La persecución fue intensa, pero el lobo salió ganador, pero cuando abría su boca para devorarlo, divisó a unos cien metros a un jabalí "¡Con eso tendría para una semana!" Corrió y corrió hasta casi tocarlo y atraparlo, pero el animal se le escapó. Rezagado, volvió a por sus otras presas, pero se sorprendió al descubrir que, ninguna de ellas se encontra...
