UN MARTES DE HUELLAS. DE ARSEN.

 Aquel martes, a la hora del recreo, vinieron los abuelos a almorzar aquí porque luego teníamos un taller de huellas.

Después de almorzar, entramos a clase a hacer el taller. Teníamos las mesas separadas y nos pusimos en grupos. Nos enseñaron todas las huellas que podíamos hacer y nos explicaron de que animal eran. Entre otros podía ver huellas de.........

Más tarde, hicimos barro casero y pusimos las huellas que tenían. Más tarde las llenamos de una especie de yeso y las dejamos reposar. 

Unos días más tarde, descubrí que mi huella no estaba, se había roto. Pero por lo menos seguían la huella que hizo mi padre y las que les hice a mis abuelos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una tarde de playa. De Arsen

UN DÍA DE VIAJE. POR ISRAEL

Las grutas de San José De Jesús