VEINTICUATRO DE DICIEMBRE Y AÑO NUEVO. De Jesús.
El día veinticuatro de diciembre por la noche solemos hacer en casa de mi abuela Herminia, una quedada con tod@s mis ti@s y con tod@s mis prim@s de parte de mi madre. Cuando aun no estaba lista la cena, mis primos Miguel, Rafa, mi prima María, mi padre y yo nos fuimos a jugar al baloncesto al patio del cole. Después a la hora de cenar nos fuimos a casa de mi abuela.
Cenamos gambas, cigalas, tostadas de chaca, también de paté, rabas y para postre turrón para el que quisiera y sorbete. Mis padres, ya que era aquel día, me dejaron probar una bebida con bastante alcohol, fue probarla e ir a la fregadera a escupirla. ¡Estaba eso más malo! Me lo pasé genial y al año que viene lo repetiremos pero sin esa bebida del diablo.
El treinta y uno de diciembre vino mi abuela Tere a pasar la noche con nosotros. Vimos el vestido de Pedroche por la tele y después sonaron los cuartos. Cuando empezaron las campanadas y mi familia iba por la sexta uva y yo todavía, iba por la segunda. Por el contrario, mi abuela y mi padre cuando iban por la décima campanada, ellos ya se las habían terminado. Por último, nos dimos un abrazo y saltaron un montón de fuegos artificiales.
Estas navidades han sido de lo más y se me ha hecho el año cortísimo. 😄😄
Comentarios
Publicar un comentario